Nuestra tienda usa cookies para mejorar la experiencia de usuario y le recomendamos aceptar su uso para aprovechar plenamente la navegación. Para utilizarlos, acepta la política de cookies.
La katana tiene una hoja que suele medir entre 60 y 75 cm de largo, provista de una curvatura más o menos pronunciada (sori) destinada a facilitar la función de corte, es más, una hoja corta bien cuando logra deslizarse por el blanco y eso lo proporciona la curvatura. El "sori" es especialmente pronunciado en los ejemplares más antiguos, porque se utilizaban principalmente a caballo.
Existen diferentes tipos de curvatura (sori), una tipología singular y muy célebre es la Bizen-Sori (por la provincia y escuela homónimas), en esta la curvatura es más pronunciada cerca de la empuñadura. Un segundo tipo de "sori" es el que predomina en la provincia de Yamashiro, en este la curvatura de la hoja prácticamente no varía en toda la extensión de la espada samurái. Finalmente, tenemos el tipo más reciente de curvatura (sori), menos pronunciada que las precedentes y utilizada a partir del período Shinto. En este se aplica mayor curvatura en la última parte de la hoja a fin de facilitar la técnica de extracción rápida. En efecto, con la finalización de las guerra, el estudio de la esgrima se trasladó de los campos de batalla a los gimnasios (dojo), donde se estudiaban en profundidad hasta los más pequeños detalles del duelo, entre los cuales se encuentra, precisamente, la técnica de Iai-Jitsu, que consistía en desenfundar la espada y asestar el golpe en el mismo momento, también se definía como "el arte de finalizar un combate antes de iniciarlo".
El tipo más común de espada. La espadas hon-zukuri son curvas y con una línea que delimita la punta (yokote) y una cresta, próxima al lomo, que la recorre en toda su longitud, llamada shinogi. La producción de este tipo de espadas comenzó en el período Heian (794-1185).
Las espadas hira-zukuri son planas en ambos lados de la hoja. No tienen ni yokote ni shinogi. Esta forma singular es muy común en los tanto posteriores al período Heian. Hoja de dimensiones superiores a 1,5 shaku (45 cm) se definen como o-hira-zukuri.
Las hojas pertenecientes a esta categoría son muy similares a las hon-zukuri, en cuanto que tiene una shinogi que las recorre en toda su longitud hasta la punta de la espada, pero no tienen yokote que las delimite. Hojas de este tipo son muy comunes en los tanto y en las wakizashi del período Muromachi (1336-1573).
Hojas de doble filo, pueden ser tanto curvas como rectas. La shinogi, como en las shobu-zukuri, llega hasta la punta y estas también carecen de yokote. Esta forma puede verse principalmente a mitad del período Muromachi (mitad del siglo XV).
Estas espadas tienen una forma simétrica respecto a un eje vertical y doble filo. Este tipo de hoja está presente desde antes del 700 d.C.
El peso de una Katana, incluidas la empuñadura y el guardamano, normalmente es de 1 kg aproximadamente, pero existen notables diferencias entre los diferentes tipos, que pueden oscilar entre el 1,2 kg y los 700 gramos de algunos ejemplares Shinto. Durante los períodos de guerra se construían katanas más pesadas, en comparación con las épocas de paz, en cualquier caso, la katana, como todas las espadas, se proyecta con la idea de que pese lo menos posible, de hecho, en combate, no solo es importante golpear al adversario, sino, sobre todo, golpear primero.
Es un mito que hay que rebatir radicalmente que las espadas medievales (sean occidentales u orientales) eran pesadas y engorrosas. En realidad, eso es completamente FALSO, incluso las grandes hojas utilizadas por los caballeros occidentales en la Edad Media (las mano y media) tenían un peso medio que oscilaba entre 1,1 kg y 1,7 kg. En 1500, algunos cuerpos especializados fueron equipados con el famoso Zweihander, que pesaba más de 2 kg, pero se trataba de espadas especiales, que solo usaba un reducido grupo de soldados muy acorazados, con la única función de cortar las lanzas enemigas.
Construir una espada robusta no es difícil, lo más difícil es construir una hoja que sea robusta y ligera al mismo tiempo, y en esto los japoneses destacaban gracias a las depuradas técnicas metalúrgicas que desarrollaron y que hacen de las Katanas Nihonto unas armas extraordinarias.
El acero de una katana samurái forjada según el método tradicional, si se observa de cerca, presenta una entrelazamiento más o menos denso de líneas y puntos que constituyen, en conjunto, la trama (hada). Esta no es más que un efecto estético derivado de los innumerables repliegues y golpes a que se somete la hoja durante la forja, y es un indicador de la presencia de las diferentes capas que la componen. Existen diferentes tipos de trama (hada) que se denominan jitetsu (tipo de trama), que los expertos utilizan para datar y, si es posible, atribuir una hoja específica a una escuela concreta o a un maestro forjador.
El hada, por su misma constitución, no se puede falsificar y por esto se utiliza, además de otros parámetros, para determinar la autenticidad de una katana. Un dato muy importante a tener en cuenta es que, a pesar del aspecto granulado que la trama (hada) le confiere, el acero de una katana siempre es liso. Esto es de especial importancia, es más, cualquier intento de simular un hada auténtica (por ejemplo, mediante la incisión con ácido), produce la formación de relieves fáciles de reconocer y que por supuesto nunca aparecen en el acero de una katana auténtica.
Para poder examinar y evaluar en detalle el hada de una katana, antes es necesario retirar la capa de aceite que la cubre, pues solo se llega a apreciar los mínimos detalles después de haber limpiado completamente la superficie del metal.
En la foto que reproducimos aquí se puede ver un ejemplo de hada (trama) cuyo jitetsu (tipo de trama) es una combinación de itame y masame (dos términos técnicos que indican un tipo de trama especial que recuerda las vetas del tronco de un árbol, con unas partes más rectas y otras más nudosas).
El conjunto de accesorios de la katana samurái recibe el nombre de Koshirae y se compone de tsuka (la empuñadura), tsuba (el guardamano) y habaki (una banda rígida de cobre que envuelve la hoja justo antes del tsuba. Los japoneses asignaron un nombre incluso a la parte más insignificante de sus espadas.
El tsuba (el guardamano) es básicamente un disco de hierro trabajado artísticamente. Algunos ejemplares de cualidades especiales pueden llegar a valer tanto como una espada.
Además del hueco principal, a menudo hay dos espacios laterales más pequeños. Estos servían, tradicionalmente, para guardar un cuchillo pequeño de múltiples funciones (kozuka) y un estilete (kogai) que, según se cree, se usaba para sujetar el pelo y evitar que obstaculizara los movimientos del samurái durante el combate.
Por lo general, los tsubas más antiguos son también los menos elaborados. Cuando el Japón por fin se unificó bajo el Shogunato de los Tokugawa, las guerras dejaron de estar a la orden de día y, así, la belleza y la calidad de la decoración de la katana llegaron a ser una singular y auténtica forma de símbolo de estatus.
La tsuka (empuñadura) se elabora a medida para cada hoja, es de madera cubierta de piel de raya (same) que garantiza un agarre especialmente bueno. Sobre ella se coloca un cordón, normalmente de seda (tsuka-Ito) trenzado de manera característica. La empuñadura de la katana es extraordinaria, atenúa los golpes amortiguándolos y proporciona un agarre excepcional.
En correspondencia con los orificios de la espiga (nakago), aparecen unos orificios análogos a nivel de la tsuka, en los cuales se insertan los pasadores de bambú (mekugi) que cumplen la función específica de asegurar firmemente la hoja a la empuñadura. La particular estructura fibrosa del bambú impide que, incluso en caso de rotura, la espada "salga volando". En efecto, el pasador, atravesado, se insinúa entre la empuñadura y la hoja, fijando esta última en su sitio.
La tsuka está en contacto con el tsuba a través de un pequeño cilindro metálico trabajado artísticamente, mientras que en el lado opuesto encontramos un cilindro similar, cerrado por un extremo que hace las funciones de tapón para la empuñadura. Toda esta parte se denomina Fuchi Kashira y suele estar finamente trabajada.
La habaki (la tira de raya) tiene varias funciones, protege del óxido un punto delicado de la hoja, transmite a la empuñadura una parte de la vibración del impacto, contribuyendo a mitigarlo, permite que la espada quede fija en la vaina (saya) y sujeta el guardamano a la empuñadura.
La saya (la vaina) es de madera lacada.
Entre la piel de raya (same) y el cordón de seda trenzado (tsuka Ito) hay dos estructuras metálicas (menuki) que, además de mejorar el agarre, sirven también para establecer, únicamente a través del tacto, la dirección exacta del filo. Con frecuencia los menuki están trabajados artísticamente con temas florales o a juego con la Fuchi Kashira.
Alrededor de la vaina suele llevar una cuerda enrollada multifuncional de diferente longitud (sageo) que se fija a la misma mediante un nudo complejo.
Normalmente para cada hoja se elabora también una shirasaya (que literalmente significa "vaina blanca") que es una vaina y una empuñadura de madera. Es la estructura donde reposa la katana, rápida de desmontar y de limpiar, es adecuada para conservar la hoja durante los largos períodos en los que la espada no se utiliza.
De todas formas, en más de una ocasión los samuráis utilizaron y combatieron con las espadas dentro de esta montura.
Por tradición, tras 200 años de honroso servicio, una katana se dejaba reposar en su shirasaya y de ese modo se conservaba y transmitía a través de los siglos.
La katana, normalmente, se lleva sujeta al cinturón (obi) con el filo colocado hacia arriba. Esta posición por un lado preserva el filo de la hoja del desgaste y por otro facilita que la hoja se desenvaine de forma rápida.