Kendo: ¿es un deporte?

Kendo, ¿es un deporte? Esta es una pregunta que se hacen muchas personas. Vamos a explicar si es así o no.

Lo cierto es que algunas artes marciales han traspasado ya las barreras del arte marcial de defensa personal para convertirse en disciplinas deportivas, muchas de ellas llegando a considerarse incluso olímpicas. Tenemos ejemplos claros como el judo, el taekwondo o el kárate.

Entonces, ¿el kendo es un deporte?

No, la respuesta es no. Aunque ciertas artes marciales, en sus diversas variaciones, sí que han convertido algunas de sus versiones en deporte, el kendo sigue manteniendo su espíritu.

Hoy en día encontramos decenas de escuelas de kárate, por ejemplo. Es decir, se puede practicar como arte marcial o como deporte y en diferentes modalidades, ya que ha evolucionado bastante.

Sin embargo, el kendo mantiene el camino del budo tradicional y sigue convertida en arte marciales de esgrima sin mutar demasiado desde su creación.

Además, hay que añadir que el kendo es una de las artes marciales de más complejo y difícil dominio. Requiere muchas horas de práctica y dedicación para que se pueda llegar a controlar la disciplina con notable manejo.

No obstante, el resultado final una vez se domina el kendo con cierta soltura es excelente y, además, ofrece una serie de beneficios elevados que te convertirá en un moderno samurái con un uso espléndido del sable japonés.

Recuerda que el kendo no requiere únicamente de manejo físico. También hay un importante componente mental y psicológico.

Al practicar este arte marcial casi milenario, también entrenas tu mente, pues una disciplina que requiere de precisión y meticulosidad. Además, enfrentas tus miedos, ganas en coordinación física y en destreza corporal, desarrollas una gran agilidad y aumentan tus reflejos motores. Igualmente descubres que todos los objetos pueden ser armas, por lo que crece tu creatividad. Es decir, todo son ventajas.

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